domingo, 14 de marzo de 2021

ya ha pasado un año

 Ya ha pasado un año desde que se declaró el estado de alarma y tuvimos que confinarnos en España. El estado de alarma continua y el virus que lo provocó también. Muchos son los que dicen que hemos aprendido algo, otros, sin embargo, dicen que esta situación ha potenciado la maldad de aquellos que son malos y la bondad de los que son buenos. En realidad, mi opinión es que todo depende de si eres una persona evolutiva que vas transformándote según pasas por diferentes etapas de la vida o si eres de los que te gusta que todo sigua igual y mantener tu misma postura ante las situaciones,

Mi experiencia me dice que la vida son etapas y que el aprendizaje viene cuando se cierra una y empieza otra. Me he dado cuenta de que en la etapa en cuestión entiendo lo que ha sucedido y lo que puedo aprender de ella, algo así como la moraleja de una historia. Esto no quiere decir que como se ha cerrado la puerta no se pueda volver a abrir, todo depende de lo que ha sucedido en esa etapa. Por ejemplo, has tenido una relación tóxica y después de un tiempo la persona reaparece en tu vida. Si has aprendido algo no volverás a tener una relación con esa persona y en la próxima relación que tengas reconocerás lo tóxico, pero si no has aprendido la toxicidad te hará sufrir ya sea con esa persona o con otra. Ahora imaginemos el caso de un grupo de personas con las que se ha producido una situación tensa y has dejado de juntarte. Con el tiempo pude que recordar una situación tensa de un momento concreto del pasado no tenga sentido y os volváis a juntar, pero en este caso si has aprendido no  depende de que te juntes con ese grupo de personas o con otro, sino si eres capaz de hacer que las situaciones tensas no te afecten, que las situaciones no lleguen a ser tensas o saber reconocer si te merece la pena estar en un determinado grupo antes de que las situaciones sean tensas.

Así que nos volvemos a preguntar ¿ Hemos aprendido algo de esta situación? Quizás no lo sepamos hasta que la situación no haya terminado del todo y veamos toda la situación como una etapa de la que se pude sacar una moraleja. Eso sí, hablo de una moraleja personal, no de una moraleja impuesta por las redes sociales sobre lo que hemos aprendido en este año, puesto que cada uno está en un momento diferente y necesita aprender cosas diferentes.

Si no ves la vida como yo, no pasa nada cada uno concibe su tiempo como quiere.

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